Una vez al año, de junio a septiembre, el Caribe mexicano recibe la excepcional visita de cientos de gigantes marinos conocidos como tiburones ballena, el pez más grande del mundo.

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A pesar de su impresionante tamaño (llega a medir hasta más de 12 metros), estas gentiles criaturas se alimentan únicamente del diminuto plancton que capturan con sus enormes bocas al nadar cerca de la superficie de las aguas tropicales.

 

El tiburón ballena no es agresivo. Al desplazarse lentamente, permiten nadar junto a ellos para observarlos en su hábitat natural y maravillarse de su grandiosa apariencia.