Graciela descubrió su amor por los viajes siendo todavía muy joven, cuando una querida maestra y mentora la motivó a aplicar para trabajar como sobrecargo para una línea aérea mexicana que recién comenzaba a operar. Eran finales de los años 60, cuando la aviación comercial empezaba a tomar vuelo y viajar alrededor del mundo era sólo un anhelo para alguien de inicios humildes pero grandes sueños como ella.

 

El mundo que se abrió ante sus ojos tan pronto inició su vida de viajera le reveló también su gran vocación de servicio y su espíritu emprendedor. Veinticinco años después, cuando tuvo la oportunidad de jubilarse de la aviación, su inquietud por seguir conociendo lugares lejanos le llevó a realizar un viaje que transformaría su visión de su futuro: un recorrido por Tierra Santa. 

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Aquel viaje fue algo más que un recorrido turístico. Su paso por la tierra de Israel la inspiró a llevar a otros en ese viaje de peregrinaje, convencida de que es una experiencia transformadora como ninguna otra. 

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Así nació MaguenJen (en su principio, Viajes Bíblicos Internacionales), una agencia especializada en llevar grupos de peregrinos a Tierra Santa, que eventualmente amplió sus horizontes para ofrecer recorridos excepcionales a cualquier destino que sus clientes sueñen con conocer.